La pelÃcula de 1961 trata de dos dálmatas que forman una familia y rescatan a sus cachorros de una mujer que pretende hacerse prendas de vestir con ellos.
Suena descabellado y retorcido pero, ¿es realmente tan raro? Hay ciertos valores de respeto al medio ambiente y a los seres vivos que deseamos transmitir a los niños y las niñas, pero a veces este proceso pasa también por tomar consciencia de una realidad cruel e injusta.
Veamos, pues, qué valores y aspectos varios nos permite trabajar esta historia.
1. La familia y el afecto. Los y las protagonistas de la historia transmiten el modelo de familia proactiva que se respeta y se apoya y crece ante las adversidades.
2. El respeto a los animales. A partir de las intenciones egocéntricas de la villana principal, podemos explicar al alumnado que realmente la explotación animal de este tipo existe y que es más común de lo que pensamos, y la pelÃcula puede servir como elemento motivador para un trabajo de investigación en esta lÃnea.
3. La ayuda desinteresada.
Cuando los cachorros son secuestrados, otros animales de la ciudad ayudan sin pedir nada a cambio a Pongo y Perdita a encontrarlos y devolverlos a su hogar.
4. El juego.
Pese a transcurrir la mayorÃa de la pelÃcula bajo el drama de unos cachorros secuestrados, esta nos ayuda a resaltar la importancia de la diversión en la infancia.
5. La improvisación. Cuando no saben qué hacer para escapar sin ser descubiertos, Pongo y los cachorros se llenan de hollÃn para parecer labradores. Esto es un ejemplo de cómo ser resolutivxs en momentos crÃticos, algo que también debe educarse.
Dicho esto, os dejo un pdf con imágenes de la pelÃcula para plastificar y secuenciarla con lxs más peques:
Además, la cantidad de perritos puede servirnos como iniciación a la centena y para trabajar de forma temática las operaciones y el cálculo mental. Solo hace falta imaginación…