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Zootrópolis: todo lo que aprendemos con la película

Actualizado: 3 feb 2021

1. Debemos perseguir nuestros sueños, aunque no sean fáciles de realizar. Todo tiene una primera vez


Judy Hopps es una pequeña conejita que sueña con llegar a ser policía. Nadie confía en ella, pues nunca antes un animal de su especie y tamaño se ha convertido en policía. Ella, con su gran determinación, afirma que será la primera en lograrlo. Y, trabajando más duro que otros animales que le llevan ventaja por su condición física, lo consigue.

Es importante transmitir a lxs niñxs que deben plantearse metas realistas, pero eso no significa “sencillas” ni mucho menos conformistas. El padre y la madre de Judy son personas que se conforman con las facilidades que les ha dado su entorno para vivir una vida cómoda, pero Judy tiene aspiraciones mayores que implican salir de su zona de confort y eso es digno de valorar.


¿Significa que es menos inteligente o admirable alguien cuyas aspiraciones están dentro de su zona de confort? Por supuesto que no. No de trata de “salirse de la norma” sí o sí, sino de no coartar los intereses de quien pueda querer hacerlo, pues estas personas tienen mucho más que perder.


2. Lo fácil que resulta generalizar cosas negativas sobre un colectivo y la fuerza que tienen los prejuicios con los que hemos crecido


Una vez la conejita cumple su sueño de entrar en el cuerpo de policía e ir a Zootrópolis, encontramos importantes matices dignos de analizar.


En su aldea, los conejos temen a los zorros, que son animales depredadores. Sus padres sustentan que se trata de especies de las que no hay que fiarse, y tienen todo tipo de utensilios para repelerlos. Para justificarse, aluden a un zorro conocido de la familia que siempre se ha comportado mal con Judy. Y aquí está, para mí, uno de los mensajes clave de la película;

No era un estúpido por ser un zorro, era un estúpido que resultó ser un zorro, pero también conozco muchos conejos estúpidos.

Creo que se ve claramente el paralelismo con el racismo en las personas. Todos y todas hemos generalizado alguna vez tras determinadas experiencias, y esto es peligroso porque, además de etiquetar a un colectivo por lo que ha hecho un individuo (o 10, da igual, siguen siendo cifras insignificantes), estamos normalizando esta tendencia, y a veces la gente generaliza cosas negativas de otros colectivos porque otra persona se lo ha dicho, ya ni siquiera por experiencias propias. Y a esto siguen los típicos comentarios de “mira que yo no soy nada racista, pero es que lxs __________ ...”, o “a mí me parece muy bien que haya inmigración, pero...”, etc.

Pero ya me estoy yendo del tema.


Otro momento de la película que me resulta digno de ser analizado es cuando Judy, llegado su primer día en el cuerpo de policía de Zootrópolis, quiere salir de la habitación con total seguridad de que no hay animales malvados a los que tenga que temer simplemente por su especie, pues en eso se basan sus ideales sociales y progresistas. Sin embargo, no puede evitar volver, unos segundos después de haber salido, y coger el spray antizorros que le han dado sus padres. Aquí juega un papel importante el miedo que nos inculcan desde la infancia, que se incrusta en el subconsciente y es incluso más fuerte que nuestras propias ideas maduras. Lo que quiero decir es que, hasta los prejuicios más irracionales pueden pesarnos más que las reflexiones y los conocimientos conscientes; y por eso es tan importante considerar qué ideas transmitimos a los niños y a las niñas, intencionadamente o no, porque pueden marcarles de por vida.


3. La importancia de no infravalorar las capacidades ajenas


Nadie se toma en serio a la agente Hopps porque es pequeña y “adorable”. Aquí entra en juego la idea preconcebida de que para ser un buen policía es necesario intimidar con el aspecto fuerte y robusto. Sin embargo, Judy le da la vuelta a todas estas ideas utilizando su inteligencia y entusiasmo por el servicio policial.


A veces, quien nos parece menos capacitado/a para algo, es quien mejor lo hace.


4. El valor de la amistad


Esto es un factor común en casi todas las películas Disney. Judy se hace íntima amiga de un zorro que la acompaña y ayuda en la resolución de su caso.


5. El efecto Pigmalión en la vida real


Nick Wilde es el zorro coprotagonista de la película, a quien al principio se presenta como un astuto timador. Ello confirmaría la visión que tenían los padres de Judy (y la sociedad animal) sobre los zorros.


Este adopta una actitud agresiva hacia los sueños de Judy, diciéndole que no va a conseguir ser reconocida como algo que la sociedad no quiere ver en ella por ser una coneja.


Más adelante, descubrimos que el personaje oculta un sueño frustrado y que se ha abandonado a la vida de un timador porque es lo que la sociedad esperaba de él, y por tanto lo único que “se le ha permitido ser”.


Por eso es tan importante no limitar nuestras expectativas hacia los niños y las niñas, para no condicionar negativamente sus progresos y sus logros.


6. El miedo en el poder (gobierno)


La oveja que acaba como alcaldesa corrupta, afirma en una escena que el poder debe basarse en el miedo. Desgraciadamente hoy en día sigue habiendo gobiernos de este tipo, que consiguen el apoyo de la sociedad infundiendo miedo y rechazo a todo lo diferente. Este es un aspecto muy interesante para trabajar en Educación Secundaria, especialmente en asignaturas como Filosofía, Valores o Psicología.


Y es que, lo bueno de estas películas, es que aportan algo tengas la edad que tengas, ¿no crees?


¿Añadirías algún otro aprendizaje tras ver la película? ⬇️


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