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Uso de mascarillas y niñxs con necesidades especiales

Mucho se está hablando de la falta de medidas contra el Covid-19 en el nuevo curso escolar. Del caos que supone no deber acercarse al alumnado, ni que se acerquen entre ellxs. Del consiguiente aumento de los contagios, etc.


Pero tal vez deberíamos reflexionar también sobre las consecuencias de las medidas establecidas. Por supuesto que deben exisitir estas medidas, pues lo más importante ahora es reducir los contagios y paralizar la expansión de la pandemia, pero eso no quiere decir que estos nuevos comportamientos no vayan a tener otras repercusiones negativas con las que tendremos que lidiar incuestionablemente.


En primer lugar, y dando por sabido que somos seres sociales que necesitamos interaccionar con otras personas libremente para desarrollar nuestro potencial de manera integral, el no poder abrazar a sus compañerxs, tocarles, cogerles de la mano, hablar de cerca... va a afectar sin duda a lxs niñxs. Y ya no solo la limitación, sino también el pensamiento constante, el límite mental de "NO PUEDES". Tal vez sea bueno para el aprendizaje del autocontrol, pero no sé si compensa.


Además, el lenguaje no verbal a nivel de expresión facial (sonrisas, muecas...) es muy importante para la comunicación y, en consecuencia, para el aprendizaje. Y con las mascarillas que debemos llevar en todo momento, aquí tenemos un problema.



Pero esto es algo con lo que todxs lxs niñxs (y también las personas adultas) vamos a tener que lidiar.

Sin embargo, como siempre, la dificultad añadida recae en el alumnado con Necesidades Educativas Especiales.


1. Discapacidad Auditiva


Tal vez esto sea lo más obvio que nos viene a la cabeza; ¿cómo van a leer los labios las personas sordas o con deprivación auditiva parcial?


Es cierto que se crearon unas mascarillas con una parte trasparente para permitir la lectura labial, lo que reduciría el impacto de esta barrera, pero debemos tener en cuenta varias cuestiones:


- No todas las personas con DA leen los labios. Tienen su propio sistema de comunicación; la lengua de signos, por lo que no tienen porqué adaptarse a una parte inexacta del nuestro (no vocalizamos a la perfección) solo porque sea dominante, así como nosotrxs no aprendemos la suya porque básicamente no nos da la gana (aunque se trata más bien de un problema social, no es cuestión de culpabilizarnos por no aprenderla).

- En caso de hipoacusia leve o moderada (pérdidas auditivas inferiores a 70 dB), la dificultad de percepción del sonido sigue existiendo sea como sea la mascarilla. Si ya nos cuesta a veces a las personas normoyentes, imaginemos a las que no lo son.

- ¿Son igual de seguras estas mascarillas?

- Estoy siendo muy crítica. En el fondo son una buena idea para quien pueda aprovecharlas leyendo los labios. Pero, ¿habéis visto a gente aleatoria (no familiares o amistades de personas con DA que tienen un móvil para llevarlas) llevar estas mascarillas "por si se cruzan con alguien con DA"? Yo no se las he visto puestas a nadie. Ni me las he comprado tampoco.


2. Discapacidad Visual


Las personas con DV dependen completamente de su audición para comunicarse (a nivel no escrito). No se pueden apoyar en la expresión facial y/o en la lectura labial como las personas videntes. Si nos ponemos algo en la boca que distorsiona la emisión y claridad de los sonidos, les será más difícil entendernos, especialmente en ambientes ruidosos o con más personas como son las escuelas.


3. Sordoceguera


Las personas que aúnan DA y DV se comunican a través del tacto. Y se supone que ahora debemos reducir a lo estrictamente indispensable el contacto físico. ¿Significa eso reducir sus posibilidades comunicativas?


4. Trastorno del Espectro Autista


Puede que algunas personas no se planteen que el uso de mascarillas y la reducción del contacto físico pueda suponer un problema para las personas con TEA. De hecho, podemos incluso pensar que les va a gustar la nueva normalidad, ya que en muchas ocasiones huyen de tocar a otras personas y no comprenden ciertas convenciones sociales como darse la mano o dos besos en la cara. También pueden tener dificultades para mirar a los ojos o a la cara a otras personas, por lo que tal vez el saber que el/la interlocutor/-a lleva mascarilla les ayude a hacerlo.


Sin embargo, también se trata de personas con mucha memoria visual y cierta rigidez en los hábitos, por lo que el uso de una mascarilla que tape gran parte de nuestra cara puede ser un gran impedimento para la confianza que a veces cuesta establecer con este alumnado. No podrán quedarse con nuestros rasgos, o tal vez no tolerarán que cambiemos de mascarilla porque sería como cambiar de cara (igual que a veces no les gusta que nos cambiemos el pelo).


Además, su escasa a tolerancia a los cambios bruscos puede no haber asimilado todavía que tengan que ver a sus maestrxs (y a todo el mundo) con una mascarilla en la cara, ni mucho menos que deban llevarla ellxs.


5. Discapacidad Intelectual


Pueden retirarnos la mascarilla en cualquier momento crítico, ya que en función de la gravedad de su DI pueden no comprender la necesidad de su uso. Además, al igual que en el caso de lxs niñxs con TEA, es posible que se enfaden por tener que usarla, e incluso se nieguen y esto genere rabietas por no saber gestionar la situación.


6. Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad


Las dificultades para el TDAH también pueden ser poco obvias, pero indudablemente las hay. Las personas con este trastorno suelen tener problemas para retener detalles, como por ejemplo si alguien lleva gafas o no. Si llevamos una mascarilla siempre que nos vean, tal vez al principio ni siquiera nos reconozcan porque no hay nada significativo de nuestro rostro que hayan visto como para recordar.


Además, les será mucho más alentador despistarse de lo que estamos diciendo si no pueden ver nuestra boca moverse al hablar ni apreciar nuestra expresión facial, ya que también pueden ser personas muy intensas a nivel emocional.


7. Problemas o trastornos emocionales


A veces lxs niñxs no nos dicen cuando tienen un problema o cuando se sienten mal. O bien porque no saben cómo expresarlo, o porque no entienden sus emociones. En estas situaciones es de vital importancia detectar que hay algo que les angustia, para ayudarles a exteriorizarlo e intervenir si es necesario. Con una mascarilla tapándoles la cara, por supuesto, será mucho más difícil.

 

Y seguro que hay miles de dificultades más que iremos observando durante el curso. Al final, como siempre, estxs niñxs son lxs más perjudicadxs.

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